En un mar de movimientos, cayó una sombra alrededor de tu
pelo y los antiguos quehaceres rompieron las mañanas locas, rompieron los
destellos de luz.
Tantas bocas que
alimentar, tantos besos que dar y solo fuiste tú, solo fuiste tú en un bello
disfraz de bienestar, un bello disfraz de sabiduría.
Cuando levanto mis
pestañas y mis ojos retienen las imágenes, no puedo nada más que pensar que las
sombras se perdieron tras el cristal, que ese tiempo fue feliz, que cada
despertar mereció la pena recordar, que cada suspiro cercano lleno mis venas de
alegría, lleno mis espíritu de calma.
Hoy pasado el tiempo
vuelvo a pensar en ti, vuelvo a quererte cerca, pero ya no estás y mis noches
son más frías, mi vida es mas sombría, mis horas pasan más lentas, mi corazón
roto te espera, pero nunca volverás.
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