El final de cada historia,
lloro por un pasado
luchador,
atados de pies manos,
pensamos pelear.
las cadenas crueles,
abrazan nuestros pensamientos,
no quiero llorar,
pero lloro,
por un país que no cree en sus ideales,
un país roto, sin alma,
un país que perdió la rabia,
una España dividida,
un teatro de
marionetas,
poesía de postguerra,
cobardía hipotecaria.
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